Mi práctica clínica diaria tiene como pilar básico el rigor científico y la medicina basada en la evidencia, sin olvidar la personalización y el acompañamiento durante todo el proceso. Cuando decimos personalización incluimos la evaluación de manera integral de todos aquellos factores que influyen en la salud reproductiva de la mujer/pareja.
Cada mujer, en búsqueda de su salud reproductiva, tiene un perfil distinto y puede sacar un beneficio importantísimo si durante su asesoramiento y tratamiento recibe la intervención de los diferentes especialistas que trabajan para conseguir el mismo objetivo que ella.
El tipo de dieta y la nutrición de la persona puede ser de gran ayuda para conseguir el objetivo deseado. Las predisposiciones e intolerancias dietéticas y el estado inmunológico son de gran importancia. Los hábitos de vida y el bienestar emocional hacen que los resultados del proceso y el camino hasta conseguir el objetivo valgan la pena.
Por todo ello, trabajo siempre en equipo con otros especialistas de las principales áreas que tienen una repercusión directa sobre la salud reproductiva. Una vez definido el diagnóstico que está causando el problema de esterilidad, la intervención será global sobre cada uno de los puntos a mejorar. El asesoramiento nutricional, el acompañamiento emocional e incluso la práctica de otras modalidades médicas como la medicina china (acupuntura) son de gran ayuda y forman parte de mi estrategia de trabajo si la paciente lo desea.